Actualmente, a pesar de que estamos expuestos a más información que en cualquier otro momento de la historia, lo cierto es que no sabemos demasiado bien qué hacer con ella. También es un momento de incertidumbre porque nuestro avance no es lineal. En ciertos aspectos parece que la sociedad evoluciona exponencialmente y en otros incluso parece que hemos dado un par de pasos hacia atrás.
En cualquier caso, a pesar de la imprevisibilidad o de los patrones aparentemente inamovibles a los que nos veamos sometidos, la información nos sigue llegando en forma de abundante cascada. Desde el origen de Internet, nuestra forma de aprender y de relacionarnos ha ido cambiando. Hoy en día mucha gente se siente extraña cuando agarra papel y boli, algunos llevan años sin haber escrito una sola palabra con su puño y letra. Los hipervínculos digitales y los códigos QR nos abren puertas y nos trasladan a donde queremos ir (hacia más información) en cuestión de milésimas de segundo.
El mundo digital que en alguna ficción ya habían acuñado como “Matrix”, ahora mismo es una realidad y nos perdemos en él varias horas al día, siete días a la semana. En este espacio no físico, la humanidad encuentra sus lugares favoritos y sus páginas donde ligarse a infinidad de textos, imágenes, audios, vídeos, etc.
Este tipo de conjuntos de medios interconectados se conocen como hipermedios. Es la “materia” de la que se compone el mundo digital, algo así como sus partículas. Este “World Wide Web” está formado a partir de infinidad de documentos hipermedia que se relacionan entre unos y otros. El concepto que más emplea la gente para representar la hipermedia es el hipertexto, que consiste en las páginas escritas con el lenguaje HTML, pero la hipermedia va mucho más allá. Al fin y al cabo, también participan elementos gráficos como vídeos o música. Lo multimedia también está abarcado por el concepto de hipermedia.
¿Todo lo audiovisual es hipermedia?
Esencialmente, todo lo que podemos ver, oír y todo con lo que podemos interactuar en la red es hipermedia. Desde la década de los 90 también se ha referido a este término como multimedia interactivo. Puede que sea algo complejo cuando se profundiza en el significado, pero si nos quedamos con este tipo de definiciones más generales es bastante fácil entenderlo.
Conforme el mundo audiovisual va asentándose en el espacio digital, la necesidad de que los componentes de las aplicaciones tengan una fácil comunicación entre ellos es más importante. Los creadores de este tipo de sistemas y desarrolladores software estarán de acuerdo en que su trabajo sería menos difícil si existiese un formato común para poder compartir datos entre ellos, ya que actualmente no existe demasiado buena comunicación entre aplicaciones.
La Web propiamente dicha no es otra cosa que un sistema de hipermedios con hipervínculos que conectan unos con otros. No obstante, al existir infinitos lenguajes de software y tipos de medios de comunicación, no existe una fluidez total. Simplemente se arreglan de forma que todo permanezca interconectado entre sus muchísimas partes constituyentes. Para ver un vídeo de YouTube a través de un navegador, tienes que pulsar un hipervínculo, pero se necesitan ambos elementos por separado. Los arquitectos de software están empezando a preguntarse si no existe una forma más sencilla y homogénea de hacer las cosas.
¿Hacia dónde se dirige la hipermedia?
Debido a la rápida aceleración que están experimentando las aplicaciones basadas en la nube, las apps móviles y de redes sociales, cada vez necesitan comunicarse entre sí con mayor fluidez. Utilizar hipermedia frente a los sistemas tradicionales basados en XML proporciona parámetros comunes para todos los desarrolladores que decidan codificar dentro de ellos. Actualmente se muestra mucha información sobre lo que representa y lo que se puede hacer con una URL y eso es hipermedia.
Conforme las arquitecturas de los sistemas vayan ganando complejidad, la inminente necesidad de un lenguaje universal entre sistemas será más acuciante tanto para desarrolladores de software como para las cabezas de cualquier empresa del sector. Los hipermedios y sistemas audiovisuales en la red tienen sus pros y sus contras, pero nadie puede negar que poseen el potencial de seguir avanzando en el mundo digital.
No existe una “biblioteca” mayor en toda la historia de la humanidad que la World Wide Web, la Red Informática Mundial a la que hace referencia el comienzo de todas las direcciones web con su “www”. Se puede ver una película o escuchar una canción desde cualquier parte del mundo, desde cualquier dispositivo y en cualquier momento, solo por el hecho de hacer clic en un enlace. Los hipermedios tienen un potencial increíble, aunque no está demasiado claro hacia donde se dirigen hoy en día. Lo que está claro es que cuanto más fluida sea la comunicación entre lenguajes y aplicaciones, el mundo digital funcionará mejor.
En un momento del post me he referido al mundo digital como “Matrix”. Lo decía porque, aunque todavía no hemos llegado a ese punto, cada vez invertimos menos tiempo en el “mundo real”. Está claro que hablamos de una película de ciencia ficción, pero toda historia ficticia se basa en la realidad, en una tendencia o en un comportamiento masivo y ya se han anticipado momentos de la historia anteriormente.